Alberto Moral
EditorNo cabe duda que en cuanto a RPGs de tipo táctico, los dos pesos pesados del mercado son Fire Emblem y Final Fantasy Tactics; la épica de caballería y fantasía medieval de Nintendo y el juego de estrategia por turnos de Square Enix son los grandes abanderados de un género que ha ido ganando popularidad en Occidente a lo largo de la última década. Y si bien el título de Nintendo está "vetado" en PC, y no te acaba de convencer la propuesta "spin off" de la saga más conocida de la third party japonesa, tienes una opción interesante en compatibles: The DioField Chronicle.
Tomando elementos como una enrevesada y retorcida trama, y combinándola con una presentación que es un claro guiño al nombre del juego -aprece que juguemos con un diorama-, Square-Enix quiso disputarle a Nintendo su dominio sobre los RPG Tácticos cuando vio el éxito que Three Houses había cosechado 4 años antes del lanzamiento de este juego. Y aunque no sea perfecto, tenía bastantes puntos a favor pero quizás peco de querer ser demasiado oscuro o serio, y obtuso en algunos bordes, pero no por ello menos interesante.
Una trama retorcida y difícil de seguir, pero interesante
En su afán por diferenciarse de las tramas de otros TRPG populares del momento, los guionistas de DioField Chronicle quisieron apostar por una historia a la que debiamos prestarle mucha atención. No hay una gran variedad de opciones y no tenemos caminos "alternativos", lo que le resta re jugabilidad al juego. Pero eso no quita que se palpe la mayor madurez de esta frente a muchas historias de Fire Emblem, con el cual es inevitable compararlo.
En el juego encarnamos al grupo de mercenarios Blue Fox que se pone al servicio del Reino de Alletain de la Isla de Diofield en su intento por repeler al invasor Imperio de Trovelt-Schoevian y la Alianza Rowetale. Ya con una lucha a tres bandas siendo nosotros freelance os podéis imaginar la de giros argumentales, traiciones y sospresas que nos esperan. Quizás uno de los principales defectos sea ese, que su trama aunque sea interesante puede pecar de ser excesivamente retorcida. Lo que hace que no te puedas tomar la exposición de este juego de forma relajada como con otros; hay que estar muy al loro.
Se complementa eso con la tarea de tener que gestionar nuestro cuartel general; intentando cumplir misiones adicionales que nos permiten subir de nivel para que en las misones principales no vayamos sin la correcta preparación o ayudando en quests personales a nuestros otros mercenarios para desatar todo su potencial. Los cuales también tienen su propia trama que ya hace más difícil de seguir la principal si están levemente interconectadas.
Valiente en ciertas decisiones para mostrar al jugador
Aún así, es loable el esfuerzo de Lancarse -el estudio más pequeño integrado en Square Enix responsable de The DioField Chronicle- por querer plantear una trama que no es la clásica en un RPG de este tipo y ambientación; los personajes no son adalides de la justicia y la verdad ni tampoco unos demonios, aunque hay para todos los gustos (y no miro a nadie, Waltaquin Redditch). Pero donde realmente brilla este juego es en su puesta en escena.
Como el nombre del juego indica -aunque sólo sea un juego de palabras- toda la acción transcurre como si estuvieramos jugando con figuritas en un diorama. El efecto que se consigue con esta presentación es uno muy efectista. Podemos disponer de una vista general que recrea una maqueta de una batalla de forma muy comprnesiva y visual, o hacer zoom sobre nuestras tropas para manejarlas con mayo precisión.
La gracia es que no es un combate por turnos al uso. Podemos pausar la acción para coordinar el movimiento de nuestras tropas y el uso de sus habilidades, pero fuera de ese modo todo transcurre en tiempo real, y debemos tener puesto un ojo en la posición y ''cooldown'' o preparación de nuestras habilidades y otro en el enemigo para saber cúando hacer un ''quiebre'' y romper formaciones para atacar, retrodecer, flanquear, o mantener la línea.
Es muy dinámico, y durante todas las misiones debemos estar atentos a objetivos secundarios que podemos cumplir para ganar más recursos que luego nos servirán para mejorar nuestra base de operaciones entre mision y misión o desbloquear nuevas misiones secretas. Incluso se nos permite volver a jugar algunas misiones para farmear recursos, aunque por desgracia puede hacer que estas se tornen algo repetitivas.
Aún así, es uno de los TRPG más interesantes que se pueden encontrar en Steam, y aunque no cuente con más contenido que el que hay en su juego base, las 40 horas de partida que proporciona no abusan de su "bienvenida" a nuestra ludoteca, aunque quizás queráis esperar a que esté en algun periodo de oferta. Insisto, no es un mal juego, y es un intento valiente de hacerse un hueco en el género, pero ya le empiezan a pesar un poco los años y es "café para los muy cafeteros", pero que si lo probamos y nos gustan las tramas complejas y una jugabilidad distinta, no quedaréis dececpionados.
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